
México es hogar de uno de los fenómenos migratorios más admirables del mundo natural: la llegada de la mariposa monarca a los bosques templados del centro del país. Cada año, millones de estas mariposas recorren miles de kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta llegar a los santuarios ubicados principalmente en los estados de Michoacán y el Estado de México. Este evento no solo es un espectáculo visual de enorme belleza, sino también una oportunidad única para fomentar el ecoturismo y la educación ambiental.
El avistamiento de la mariposa monarca atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales que desean contemplar de cerca este ciclo migratorio. Los santuarios, ubicados en zonas montañosas como El Rosario o Sierra Chincua, ofrecen senderos guiados, centros de interpretación y actividades que permiten conocer más sobre la biología y conservación de esta especie.
Para quienes se encuentran en el centro del país, especialmente en regiones como Aguascalientes, el viaje hacia los santuarios es completamente accesible a través del transporte terrestre. Una opción práctica y económica consiste en partir desde la Central de autobuses Aguascalientes, una terminal que cuenta con rutas hacia distintas ciudades clave, como la Ciudad de México. Una vez ahí, se recomienda comprar boletos de autobús a México Norte, ya que esta terminal conecta eficientemente con destinos en Michoacán y el Estado de México, cercanos a los santuarios de la mariposa.
Este tipo de turismo no solo permite disfrutar de un espectáculo natural, sino que también impulsa las economías locales. Muchos de los servicios turísticos en torno a los santuarios están gestionados por comunidades rurales que han encontrado en el ecoturismo una vía para conservar su entorno y mejorar su calidad de vida. Alojamientos rústicos, comidas típicas, venta de artesanías y guías especializados forman parte de la experiencia integral que vive el visitante.

En resumen, viajar a los santuarios de la mariposa monarca no es solo una escapada hacia la naturaleza, sino una experiencia enriquecedora tanto a nivel personal como colectivo.